CEREBRO
ADICTO
En
la antigüedad, cuando se hacía referencia al
tema de las adicciones se refería a una conceptualización , que hoy se
reconoce como herrada, que hacía
referencia a actitudes, valores y la cuestión ética- moral sin tomar en cuenta la
multidimensionalidad en la que el ser humano se desenvuelve, por lo que vale la
pena pensar en que la adicción solo fue vista en una de las dimensiones y
descontextualizada en su forma bio-sico-social, siendo así ignorada la complejidad
en la converge la parte psicológica y física.
Es por ello que en la actualidad, conforme a las
investigaciones realizadas y la necesidad de la comunidad científica en
comprender más acerca del tema y la forma de tratarlo se fue abriendo la brecha
a tratamientos diversos que poco a poco hicieron reflexionar a la comunidad en
general acerca del entender la situación biológica, psicológica y social de la
adicción.
De esta forma, se llega a la comprensión de que todas las
adicciones, no importa cual fuera esta provocan la misma reacción en la química
del cerebro. Lo que hace comprender y determinar las fases de la adicción además
de las características, las causas a nivel cerebral y la producción o
decadencia de dopamina en el cerebro, siendo el proceso de tolerancia a las
substancias entendido como esa anormalidad que le es propinada y que suele ser
el resultado de cualquier adicción y por ende el origen de la misma. Se determina
por lo tanto que todas las adicciones provocan la misma reacción en la química del
cerebro.
De lo anterior, surge la necesidad de conceptualizar a la
adicción como aquella enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso
compulsivo de una sustancia a pesar de saber de los daños que ocasiona al
organismo .de esta forma la vitalidad de pensar en la adicción como una enfermedad que progresa por etapas, lo
anterior citado en la entrevista realizada al
doctor Rubén Baler especialista en tratamiento e investigación de la
adicción. Para concluir con la idea es necesario destacar que la adicción es una
enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y
el funcionamiento de ese órgano, lo anterior referido a la investigadora
mexicana-estadounidense Nora Volkow.
Debido a lo anteriormente mencionado, se
determina que Al ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de
comunicación e interfieren en el proceso normal de intercambio de información
neuronal. Por ende el consumo crónico de drogas deteriora la capacidad del sujeto de autocontrol y la
capacidad de tomar decisiones de forma adecuada y eficiente, por lo que se puede ir concluyendo que la propensión a las
adicciones proviene de factores biológicos y ambientales.
Después de realizar los planteamientos
anteriores nos lleva a la necesidad de concluir de forma general con la firme convicción
de que las adicciones es la condición alterada del individuo al consumo de
sustancias que le reportan placer y euforia,
muchas de las veces lo realizan por evadir la realidad circundante y ello los
arrastra a la necesidad de la dependencia a sustancias que le reportan a la
larga daños al organismo, muchos de ellos irreversibles. De esta forma podemos
determinar que la adicción es una enfermedad tratable y en la cual la prevención como enfoque en el determinio
propio del tratamiento y sensibilización al respecto de las adicciones suele
ser el más idóneo, lo que inevitablemente
es relacionar a la adicción a factores meramente biopsicosociales
presentes en la realidad de los individuos.
Reflexión:
- El tema fue elegido debido al interés personal en el conocimiento acerca de diversas perspectivas relacionadas con la adicción y las formas en la que operan en el individuo, debido a que en mi trabajo he experimentado el asesoramiento y canalización a padres al respecto de niños y adolescentes que empiezan el consumo de drogas.
- Es importante recordar que partí desde el elegir el tema, comprenderlo (para ello investigue al respecto), una vez comprendido el tema empecé a redactar acerca de lo que considere relevante integrar en el trabajo solicitado.
Elsa Aidé Pérez Vázquez